LA EDUCACIÓN DE SERES HUMANOS EXCEPCIONALES

Resumo

Este texto teje una alegoría educativa que invita a apreciar el color de la excepcionalidad humana - el cual radia en los distintos modos de ser, de pensar, de aprender, de crear, de vivir. Excepcionalidad, distinción y tonalidad hasta ahora veladas por las teorizaciones filosóficas, psicológicas, lingüísticas, socio-antropológicas... que abundan en la academia, todas ellas de carácter moral-racional y político asimétricas - las cuales sutilmente detractan la dignidad humana. Por ello estas letras convocan a darnos la vuelta y re-encontrarnos cara a cara con el otro, con lo otro de sí, de modo que podamos sostener(le) la mirada y dirigirnos con respeto hacia lo que no es común, lo no homogéneo, lo que no cabe en ninguna generalización. Hacia lo inasible, lo indecible, lo inefable. El retorno, el re-encuentro implican una disposición a ver, oír, pensar... con una mirada diferente, que corresponda, con oídos distintos, con atención que recoja y reúna. En suma, con decisión, es decir con libertad para dar, para irradiar amor al mundo (un mundo que tiembla de hambre y desesperanza, justo por lo que nos requiere de otro modo, un modo ya no egótico, v.gr.). Libertad para dar-se a-sí la posibilidad de copertenecer al acontecer de lo admirable, de lo que es maravilla. Acaecer en el que el color de la excepcionalidad, de la dignidad, el color de la esperanza - para la educación de la tierra nuestra - luce de modo extraordinario, radia con un brillo excepcional.